La forma en la que nos vestimos dice mucho de nosotras, incluso cuando no lo pensamos demasiado. Y aunque todas queremos vernos bien y sentirnos alineadas con nuestro estilo, es muy fácil caer en pequeños errores que, sin darnos cuenta, nos alejan justo de eso. Hoy quiero contarte algunos de los fallos que más veo en mi día a día como personal shopper y, sobre todo, cómo puedes evitarlos para que tu ropa empiece a trabajar a tu favor.

 

 

1. Comprar sin pensar en tu estilo de vida

Este es un clásico. Nos enamoramos de una prenda, la compramos en un impulso… y luego pasa semanas o meses en el armario. No es que esté mal, simplemente no encaja con tu rutina.

Cómo evitarlo:
Antes de comprar, pregúntate cuántas veces te la pondrás. Si no ves claro dónde encaja en tu día a día, quizá no es para ti (o no para ahora).

2. No conocer tu tipo de cuerpo

A todas nos ha pasado: ver algo precioso en otra persona y que luego no nos favorezca igual. No es culpa de tu cuerpo; simplemente cada silueta funciona mejor con ciertos cortes.

Cómo evitarlo:
Descubre qué líneas potencian tus proporciones. No se trata de esconder, sino de equilibrar y destacar.

3. Guardar ropa “por si acaso”

Ese “por si algún día” suele ser el culpable de muchos armarios saturados. Y cuando hay demasiado, resulta más difícil crear looks que realmente nos representen.

Cómo evitarlo:
Revisa tu armario de vez en cuando. Quédate con lo que te encanta y te funciona. Lo demás, déjalo ir sin culpa.

4. Seguir tendencias que no te representan

Las tendencias están genial para inspirarse, pero no todas encajan con nuestra esencia. Y cuando compramos algo solo porque “se lleva”, suele terminar olvidado.

Cómo evitarlo:
Abraza solo lo que vaya contigo. Tu estilo personal siempre debería tener más peso que la moda del momento.

5. Descuidar los detalles

Un look puede estar bien en general, pero si los zapatos están viejos, el bolso desgastado o una prenda mal planchada… se nota más de lo que parece.

Cómo evitarlo:
Mima tus accesorios, revisa costuras, cuida los acabados. Los detalles siempre suman.

6. Vestir en piloto automático

A veces seguimos usando lo mismo porque “siempre ha sido así”, pero quizá ya no te representa o no va con la persona en la que te estás convirtiendo.

Cómo evitarlo:
Permítete explorar. Tu estilo puede evolucionar igual que tú.


Conclusión

Vestir bien no va de dinero ni de tener un armario enorme. Va de conocerte, ser coherente contigo misma y elegir desde la calma. Cuando evitas estos errores, tu estilo se vuelve más auténtico, más práctico y mucho más tú.

Y recuerda: la moda no está para imponerte nada, está para ayudarte a expresarte.